El mundo está cambiando: ¿te estás adaptando?

Sé que te estás ya dando cuenta. El mundo sí que está cambiando.

Los cambios requieren adaptación de nuestra parte. Es una capacidad muy importante desarrollar. Sin adaptación, no hay evolución. Y si no evolucionamos, nos volveremos rápidamente extintos. Tal vez suena duro. Pero es la realidad.

Lo que no ha tenido mucha capacidad de adaptación últimamente, es el sistema educativo convencional. Casi todos lo notamos. Y nos preguntamos ¿qué seguirá? Si me sigues desde antes, sabes que soy una ferviente apasionada de la educación autodirigida, el aprendizaje libre, la educación sin escuela, el unschooling o la desescolarización.

Llámalo como quieras. La idea que los niños puedan diseñar su propio camino de aprendizaje es una realidad, y cada vez ha más y más familias que optan por este tipo de educación. ¿Por que? Porque es lo más natural y orgánico. Porque es así como los seres humanos aprendimos desde hace miles de años, garantizando de esa manera nuestra supervivencia como especie.

El sistema escolar convencional ni siquiera tiene 200 años de existencia. Y sin embargo la mayoría vive bajo la creencia que sin escuela no podemos aprender o ascender socialmente. Para ti que estás en el camino de la desescolarización, es importante entender que vives bajo un montón de programaciones que te han llegado por vivir en una sociedad piramidal y por haber sido escolarizado. Es la razón por la cual puede ser retador iniciar el camino de la libertad y soltar los patrones de control.

Sin embargo, tarde o temprano lo vas a tener que hacer porque es la única forma de empezar la adaptación a las nuevas circunstancias que traen los cambios en nuestro mundo. Pero, ¿cómo se hace? Para mí, la vía más directa va a través de mucha reflexión interna donde cuestionas y retas todos los miedos, dudas y opiniones que tienes. Lo puedes hacer a solas o con personas cercanas. No importa. Lo importante es hacerlo.

Para ayudarte en tu proceso de desprogramación, te comparto unos tips de preguntas que tienen el potencial de llevarte a un cuestionamiento profundo para arrancar tu proceso de desescolarización:

  1. ¿Te sirve todo lo que aprendiste en la escuela?
  2. ¿Qué, de lo que aprendiste, utilizas todos los días?
  3. Lo que usas todos los días y que aprendiste en algún momento: ¿cuándo, dónde y cómo lo aprendiste?
  4. ¿Es la escuela realmente el único lugar donde puedes crecer, aprender y desarrollarte?
  5. ¿Cómo crees que se verá la sociedad en el futuro?
  6. ¿Qué crees que necesitarán saber tus hijos en el futuro?
  7. ¿Cuándo y dónde has aprendido las cosas que te sirven todos los días?
  8. ¿Cuándo fue la última vez que aprendiste algo? ¿Cuál fue tu motivación?
  9. ¿Confías en que tu hijo aprende todo el tiempo? Si no, ¿en qué necesitas trabajar?
  10. ¿Puedes encontrar ejemplos en que tu hijo aprende constantemente?
  11. ¿Cuándo te imaginas que tu hijo no está aprendiendo? ¿Por qué?
  12. ¿Cuándo te cuesta aceptar la elección de actividades de tu hijo?
  13. ¿Qué prejuicios y miedos encuentras en ti mismo acerca de las elecciones de tu hijo?
  14. ¿Puedes encontrar ejemplos de cuando tu hijo toma responsabilidad de su aprendizaje?
  15. Si crees que es imposible que lo haga, ¿qué necesitas hacer para trabajar tu confianza en tu hijo?

Te comparto esta vez un video que hice hace tiempo con mi amigo y colega Yeremi, justamente sobre este tema de la desescolarizacón. Si quieres hacer un trabajo más profundo de desescolarización, puedes tomar el curso Libres para aprender que ya existe de forma pre-grabado 🙂